El triunfo de la poesía petrarquista significó, por muchas razones, el triunfo de la vanguardia poética a comienzos del siglo XVI: ese nuevo tono se mantendra hasta hoy día, por cierto. Verdad es que la poesía lírica, como expresión libre de un sujeto que se cree libre, ha configurado desde entonces lo que entendemos como la esencia de la literatura. Pero la vieja poesía fue recobrando poco a poco su valor y su vigencia: la poesía épica que contaba historias; la lírica tradicional, los romances, la espiral de las novedades que culminan en poetas como Góngora…. Durante aquellos dos siglos escribieron grandes poetas, que hoy consideramos hitos de nuestra historia: Garcilaso, Juan de Yepes, fray Luis de León, Lope de Vega, Góngora, Quevedo…. y un sinfín de otros autores: el abanico de tonos y motivos es muy grande, como lo fue el arco temporal de aquellos tiempos (cien años entre la muerte de Garcilaso y la de Lope de Vega). Imposible recoger todo lo que acabó en versos; más fácil lo que muchas veces esta en nuestra memoria colectiva.