La mitad del siglo XIX fue testigo de la irrupción de una miríada de escritoras que encontró en la poesía el vehículo que las encaminaría al encuentro de su propia expresión y el formato perfecto para cuestionar las limitaciones impuestas en base a su sexo. Estas poetas crearon redes de apoyo y sororidad, animándose unas a otras, recomendándose y agradeciéndose, para defenderse de la hostilidad que despertaba su labor literaria, ya que, al decidir dar un paso al frente y llevar sus obras al gran púbico, desafiaron los límites de lo doméstico, lo cual supuso una trasgresión considerable. La presente edición recoge una muestra poética de cuatro de estas autoras y de la poeta por excelencia del Romanticismo español: Rosalía de Castro.

Abre esta selección Josepa Massanés i Dalmau, quien inaugura la irrupción de estas poetas en el mundo literario con su libro Poesías (1841), cuyo prólogo es una defensa del derecho de las mujeres a gozar de una vida intelectual. La sigue Gertrudis Gómez de Avellaneda, quien no solo cultivó la poesía, sino que participó activamente en los círculos literarios del momento enriqueciéndolos con su propia producción: novelas, leyendas, artículos, artículos de costumbres y un número considerable de obras dramáticas. Carolina Coronado es la tercera antologada, también polifacética, autora de numerosos artículos, novelas, obras dramáticas y de un libro de viajes. De Carolina Coronado, es destacable, además, su importante papel de mentora de otras poetas y su lugar preeminente en la creación de estas redes solidarias de apoyo entre escritoras. La cuarta autora elegida es Vicenta García Miranda, quien decidió escribir a Carolina Coronado tras leer unos versos suyos que le causaron una honda impresión, inaugurando así una relación que sostendría su actividad poética. Cierran esta antología los versos de Rosalía de Castro, que contienen en sí mismos el germen de lo que constituirá parte de la estética de las generaciones de poetas posteriores.